De hecho, fue en Toledo, a unos 80 kilómetros de Madrid, donde vivió 38 años de su vida y falleció en 1614. Aquí funciona una Casa Museo donde entre otros cuadros aparece La Crucifixión, mientras sus afamados cuadros de caballeros permanecen en El Prado madrileño.
Picasso, que en muchas ocasiones se inspiró en El Greco, cobra protagonismo a partir de este miércoles en la pinacoteca toledana en una singular muestra que se anticipa a las conmemoraciones el próximo año por el 50 aniversario de la muerte de maestro malagueño del cubismo.
La exposición se intitula Picasso visita al Greco y gracias a un intercambio con el Kunstmuseum Basel (Suiza), hasta el 25 de septiembre en el Museo del Greco se podrán ver ‘Mujer con sombrero sentada en un sillón’ y ‘Venus y el amor’, dos obras de Picasso que se presentaron por última vez El Prado en 2015.
En contraprestación, el Museo del Greco ha prestado ‘San Juan’, ‘San Bartolomé’ y ‘San Simón’, tres obras del célebre ‘Apostolado’ del pintor nacido en Creta, si bien con la mayor parte de su carrera en España.
Picasso visita al Greco, de acuerdo con los curadores, ofrece una ocasión única para que Picasso dialogue de forma directa con uno de los pintores a los que más admiró, en la misma
ciudad donde El Greco alcanzó el éxito artístico.
Las obras de madurez de estos grandes autores permitirán a los visitantes comprender la influencia del Greco en el arte del siglo XX, convertido en un referente para todos los pintores que quisieron agitar las bases de la pintura.
Maestro con un estilo único, personal y alejado de los cánones clásicos, fue muy apreciado en su momento por genios de la plástica como Manet, Cézanne, Delaunay, Chagall y Picasso.
La admiración y respeto del autor malagueño por otras figuras de la pintura se resume en una lacónica frase que resume su postura: “Greco, Velázquez, inspirarme”.
Mujer con sombrero sentada en un sillón (Femme au chapeau assise dans un fauteil) (1941-1942) es un óleo sobre lienzo que Picasso realizó siendo un artista consagrado, cuya musa es la fotógrafa y artista francesa Dora Maar (1907-1997), con quien Picasso mantuvo una historia de amor durante casi 10 años.
Mientras, Venus y el amor, es un óleo sobre lienzo que representa un tema mitológico clásico, Venus, la diosa del amor, y Cupido, su compañero infantil.
mem/ft
