En un artículo publicado en el diario Bayano Digital, la especialista en políticas públicas Irma Tuñón indicó que al comparar los datos de 2020 con los del año pasado unos 677 mil 875 trabajadores laboran por cuenta propia, los denominados independientes.
De acuerdo con cifras del Instituto de Estadísticas y Censo, los jóvenes de 15 a 29 años de edad son los más impactados por el desempleo en el istmo.
Con un total de 104 mil 854 desocupados, los jóvenes representan el 59,39 por ciento (62 mil 277).
A juicio del director general de Trabajo, Alfredo Mitre, las necesidades son mayores en la economía informal y entre los pobres.
Tuñón consideró que es necesario proponer a los encargados de la formulación de la política de empleo que se esfuercen en encontrar respuestas que contribuyan a garantizar el trabajo decente.
En ese sentido, instó a incorporar cuatro pilares esenciales: empleo, protección social, diálogo social y derechos en el trabajo.
Datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) confirman que los integrantes del sector informal están más sujetos a accidentes al aceptar condiciones inseguras.
Según estadísticas de la OIT, agregó la experta, al menos el 40 por ciento de la economía informal lo conforman las mujeres, en su mayoría empleadas domésticas, vendedoras ambulantes y trabajadoras agrícolas de subsistencia, quienes compiten a diario por salarios más bajos.
En Panamá, indicó, otra asignatura pendiente es que en la mesa del Diálogo por la Caja de Seguro Social demandan la inclusión del trabajador informal en el sistema público, un debate sin concluir sobre la inequidad social y uno de los principales reclamos de la población.
Al respecto, el Sistema de Integración Centroamericano aseveró que la informalidad avanza entre las nuevas generaciones de panameños, que ven en esa opción la mejor oportunidad para obtener sus propias ganancias.
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