Pese a que el Gobierno de Estados Unidos cerró las puertas a la delegación de la sociedad civil cubana que participaría en el evento –que de forma paralela a la Cumbre de las Américas transcurre desde ayer en esta ciudad-, la isla caribeña emergió en la mayoría de los espacios de debate.
En su mensaje en el panel «¿Democracia para quién?: Las consecuencias de las intervenciones de Estados Unidos en las Américas», la periodista Cristina Escobar, del Sistema Informativo de la Televisión Cubana, hizo un simple reclamo: “Déjennos vivir y resolver nuestros propios problemas”.
Sus palabras resumieron la esencia de más de 60 años de un bloqueo económico, comercial y financiero aplicado por igual por gobiernos demócratas y republicanos de la Casa Blanca, destinado a causar sufrimiento, provocar la asfixia e incentivar el propósito final de una fallida estrategia: el cambio de régimen en la mayor isla del Caribe.
Escobar pidió a la audiencia desde su intervención virtual que todos podrían convertirse en embajadores de la verdad de Cuba y que también fue lo planteado en el mismo escenario de la Universidad Comunitaria Vocacional-Técnica de Los Ángeles por Cheryl LaBash.
Como moderadora del panel «Dejemos vivir a Cuba: Voces jóvenes contra el bloqueo”, LaBash, copresidenta de la Red Nacional de Solidaridad con la isla, se refirió a la importancia de desmontar las narrativas que tratan de desvirtuar y tergiversar la realidad de la nación antillana.
Se refirió a jóvenes que habían regresado recientemente de Cuba, cuyas experiencias reflejan cómo se deslindaron de todo lo que les habían contado desde el discurso oficial de Estados Unidos contra Cuba, gracias a lo que allá vieron y vivieron.
Cuba avanza con resiliencia en el desarrollo médico pese al cerco unilateral estadounidense, fue una de las verdades dichas.
Así lo dejó claro en su exposición la científica Tania Crombet durante su participación en el panel “El Pueblo por encima del Lucro: La salud como derecho humano en todo el mundo”.
La investigadora del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) reafirmó que, en la lucha contra la Covid-19, la nación caribeña ostenta cifras favorables que pueden compararse con la de países de grandes ingresos, como Estados Unidos. “Nada nos detiene”, subrayó.
Para Danaka Katovich, codirectora nacional de ka organización pacifista Code Pink, todo el sentido del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba se basa en la crueldad, así que no tiene derecho “a darnos lecciones sobre derechos humanos y democracia”.
En su segunda jornada este jueves, se realizarán otros cuatro paneles con temas vinculados a violencia de género y lucha por la liberación; medio ambiente y seguridad alimentaria; resistencia cultural, y bloqueos y sanciones.
La Cumbre de los Pueblos, a juicio de sus organizadores, se inauguró la víspera superando las expectativas no solo por la asistencia sino por las expresiones de unidad demostradas.
Manolo de los Santos, director de la plataforma The People’s Forum, señaló que «esto no puede ser un acontecimiento único”.
“Debemos forjar la unidad con todos los oprimidos, explotados y víctimas de este sistema cuyo tiempo se acabó», sentenció.
Más de mil participantes se inscribieron para la cita que en la clausura prevé una marcha pacífica Por la Democracia de los Pueblos.
Aquí en Los Ángeles la dicotomía inclusión y exclusión afloran en dos Cumbres: la de los Pueblos y la de Biden y la Organización de Estados Americanos (OEA).
La primera suma, la segunda divide. Biden y la OEA decidieron no invitar a Cuba, Venezuela y Nicaragua a su convite, una posición que suma críticas y pone en dudas la influencia (en declive) de Washington en esta parte del mundo.
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