Según el reporte de la agencia de asistencia a los automovilistas RAC, el litro de gasolina sin plomo se vendía este jueves a 1,82.3 libras (casi 2,30 dólares) en las estaciones de servicio del país, mientras el diésel también subió hasta los 1,88.05 libras (2,35 dólares).
Con esos precios tan altos, es casi seguro que tendremos una presión inflacionaria aún mayor, lo cual es una mala noticia para todos, afirmó el vocero de la empresa, Simon Williams, quien calificó la situación como un día realmente negro para los conductores de vehículos.
El director de la Asociación de Comerciantes Minoristas de Combustibles, Gordon Balmer, consideró, por su parte, que el precio del litro de gasolina podría llegar muy pronto a las dos libras (2,50 dólares).
Tanto la RAC como la Asociación de Motoristas instaron al gobierno a reducir el impuesto sobre el valor añadido, pero un portavoz del primer ministro Boris Johnson recordó que en marzo pasado se aplicó una rebaja de cinco peniques.
Ya hicimos eso y queremos que ese ahorro redunde en beneficio de los consumidores, afirmó el vocero, en medio de quejas de que algunos dueños de gasolineras no aplican el descuento, o que el mismo pasa desapercibido entre tantos aumentos diarios.
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