“Quiero volver a eso una vez más. No teníamos una economía cerrada. Es decir, en la época soviética, cuando nos cortamos a nosotros mismos, creamos la llamada cortina de hierro, que creamos con nuestras propias manos. No vamos a hacer esto ahora, no vamos a cometer los mismos errores”, señaló.
Durante el encuentro en uno de los salones de la Exposición de los Logros de la Economía Nacional (BDNJ), de Moscú, el mandatario subrayó que la economía se mantendrá abierta. “Un país como Rusia no puede ser cercado. Y nosotros mismos a nuestro alrededor no vamos a construir una valla”, dijo.
Señaló además que el Ministerio de Industria y Comercio tiene todo un programa de apoyo a las exportaciones no relacionadas con las materias prima, el cual ampliará.
El jefe de Estado reconoció que el ámbito de la microelectrónica es una de las principales áreas de ataque y de restricciones contra el país, que desde hace varios años intenta despegar en esa industria.
Recordó que el deseo de otras naciones de limitar el acceso de Rusia a la tecnología estuvo presente a lo largo de su historia, incluso ya desde la época de Pedro I, el primer emperador ruso, cuyo 350 aniversario de su nacimiento se conmemora este 9 de junio.
Advirtió que tal situación continuó, incluso, en los mejores años de relaciones con Occidente, pero ahora se intensificaron.
Putin consideró un error que en un momento dado el país decidiera que podía vender petróleo y gas y comprar la tecnología necesaria.
Advirtió que debido a las sanciones extranjeras, el Estado ha tenido que ocuparse de sus escuelas de ingeniería, incluidas las del ámbito de la microelectrónica.
En tal sentido, Putin prometió que explicará al primer ministro, Mijaíl Mishustin, la necesidad de trabajar en las propuestas expresadas en la reunión sobre el establecimiento legal de la prioridad de los componentes nacionales sobre los importados.
A los jóvenes empresarios rusos, el presidente informó que la cosecha de cereales del país podría superar los 130 millones de toneladas este año, mientras su exportación en un par de años podría alcanzar los 50 millones de toneladas.
Resaltó que en el campo de la producción de semillas, por lo que ante la situación actual es necesario lograr una participación del uso de semillas nacionales de al menos el 75 por ciento.
Según el mandatario, en los últimos ocho años el país aumentó de manera considerable sus capacidades en la agricultura y puntualizó que en algunos lugares de la nación la producción agrícola subió 15 por ciento desde 2014 y la producción de alimentos 30 por ciento.
El jefe de Estado aseguró en la conversación con los jóvenes que en diez años la calidad de la vida en Rusia será mejor.
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