Tengo la esperanza de que no haya futuras cumbres a las que se omita a ningún jefe de gobierno de nuestras Américas, manifestó.
Consideramos que el embargo (bloqueo) comercial (de Estados Unidos) contra Cuba es perjudicial para la promoción de la paz y la prosperidad en este hemisferio, enfatizó.
Durante su intervención en la IX Cumbre de las Américas, en la urbe norteamericana de Los Ángeles, el canciller recalcó que el bloqueo estadounidense contra Cuba «debe terminarse».
Browne también aprovechó la ocasión para mostrar su desacuerdo con la exclusión de Cuba, Venezuela y Nicaragua del evento, simplemente porque el anfitrión se tome esa potestad.
Esas tres naciones fueron dejadas fuera de la Cumbre, de manera unilateral y totalitaria, por Estados Unidos, hecho que motivó el rechazo de muchos jefes de Estado de la región, algunos incluso decidieron no participar en solidaridad con sus homólogos excluidos.
Al referirse a la situación en Venezuela, el funcionario antiguano instó a Estados Unidos a comprometerse a una cooperación «pacífica y constructiva», para utilizar los vastos recursos del país sudamericano.
Se necesita un liderazgo colectivo y fuerte, recalcó, antes de sentenciar que no es tiempo de «palabrerías».
Browne reclamó un plan de acción claro y conciso para abordar los asuntos más graves de la región, entre los cuales mencionó la crisis migratoria, el cambio climático, la inseguridad alimentaria, la energía, la batalla contra la Covid-19 y la inflación.
Para concluir, el político de 55 años pidió a todos los presentes en la sala que utilicen la Cumbre para lograr «cambios reales en nuestros pueblos», y no solo para simples programas de entrevistas.
La Cumbre de las Américas, calificada por muchos analistas como un fiasco gigantesco, arrancó el pasado día 6 y finaliza este viernes en la ciudad californiana de Los Ángeles.
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