También interceptó tres misiles del sistema de cohetes de lanzamiento múltiple enemigo Uragan y 12 drones en la región de Járkov y en territorio de la autoproclamada República Popular de Lugansk.
Por su parte, las tropas de cohetes y la artillería eliminaron más de 300 efectivos ucranianos y destruyeron dos lanzacohetes múltiples Grad, así como nueve almacenes con misiles, armamento artillero, municiones y combustible.
Según el alto oficial ruso, esas fuerzas impactaron contra 231 áreas de concentración de tropas y equipos militares del ejército de Kiev, 13 puestos de mando y 42 posiciones de tiro de unidades de artillería.
Rusia inició el pasado 24 de febrero una operación militar en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión y los intensos bombardeos por parte de Kiev.
El 21 de febrero, Moscú reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
En su discurso para informar sobre el comienzo del operativo, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que el objetivo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio de Kiev durante los últimos ocho años, además de “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania.
El Ministerio de Defensa ruso aseguró que los ataques no están dirigidos a la población ni a las ciudades ucranianas, sino contra las infraestructuras militares del país.
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