Durante el recorrido por las calles de la segunda ciudad más poblada de Estados Unidos hasta la sede de la IX Cumbre de las Américas, los asistentes a esta cita de los movimientos sociales y organizaciones progresistas corearon consignas de apoyo a Cuba, Venezuela y Nicaragua, países no invitados por el gobierno de Joe Biden a la reunión continental.
También enarbolaron banderas de diferentes naciones, a tono con el abanico de participantes que confluyeron del 8 al 10 de junio.
Otro importante momento en el día de clausura ocurrió la mañana de este viernes, cuando activistas de Estados Unidos entregaron una carta a las puertas del Centro de Convenciones.
Basta de sanciones, exclusiones y bloqueos, exigieron en la misiva, que se sumó al conjunto de acciones a lo largo de esta semana durante el evento, que sesionó de forma paralela a la Cumbre selectiva de Biden y la Organización de Estados Americanos (OEA).
Con la iniciativa rechazaron lo que denominaron la Cumbre de la exclusión, ante la criticada postura de la administración demócrata de impedir la presencia en la cita hemisférica de los países que no encajan en los estándares que trata de imponer Washington.
Aunque el presidente Biden hizo muchas promesas para acabar con la política belicista y de línea dura de Donald Trump contra América Latina y el Caribe, en la práctica ha hecho muy poco, afirmó Manolo De Los Santos, uno de los coordinadores de la Cumbre de los Pueblos.
Más de 200 organizaciones y movimientos sociales de Estados Unidos y el continente tomaron parte de este encuentro que tuvo como eje la integración y la unidad.
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