Explicó que en las últimas 24 horas, la defensa aérea rusa eliminó una de estas aeronaves en el área de Dólguenkoye, de la región de Járkov, mientras las otras dos fueron destruidas por la aviación operativa en territorios de la autoproclamada República Popular de Donetsk.
Los aviones rusos atacaron además tres puestos de mando y 25 áreas de concentración de tropas y equipamiento militar enemigos.
Asimismo, los sistemas antiaéreos de Moscú interceptaron dos misiles Tochka-U, ocho drones y tres proyectiles de los lanzacohetes múltiples Uragan sobre las regiones de Járkov y Jersón.
Konashénkov llamó la atención sobre la muerte de más de 150 combatientes ucranianos, resultado de los ataques aéreos, además de la aniquilación de seis tanques, cinco cañones de artillería de campaña y 10 vehículos especiales de las fuerzas de Kiev.
Rusia inició el pasado 24 de febrero una operación militar en Ucrania, luego de que las autoridades de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión y los intensos bombardeos por parte de Kiev.
El 21 de febrero, Moscú reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
En su discurso para informar sobre el comienzo del operativo, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que el objetivo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio de Kiev durante los últimos ocho años, además de “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania.
Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques no están dirigidos a la población ni a las ciudades ucranianas, sino contra las infraestructuras militares del país.
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