Este fenómeno silencioso probablemente explica por qué tantas mujeres sin tomar formas hormonales de control de la natalidad notificaron que tenían períodos tempranos o inesperados en los días siguientes a la vacunación contra la pandemia, explicó la Sociedad Endocrina norteamericana.
Casi dos de cada tres de ellas no ovulaban con normalidad, subrayó Jerilynn C. Prior, profesora de la especialidad en la Universidad de Columbia Británica, en Canadá, una de las autoras de un estudio divulgado.
Las mujeres experimentaban fases lúteas cortas, en las que se liberaba un óvulo sin que pasara suficiente tiempo desde la ovulación para el embarazo, o anovulación, lo cual significa que no salía ninguno, acotó la experta en la revista ‘Journal of the Endocrine Society’.
Los resultados confirmaron un aumento significativo de la ansiedad, la depresión, la frustración, (estados de ánimo negativos en general), la percepción de estrés externo, los problemas de sueño y los dolores de cabeza, amplió el texto.
La investigación, primera en observar alteraciones ovulatorias sin interrupción del ciclo menstrual durante la Covid-19, supuso una primera aproximación al tema y comparó féminas entre 2006- 2008, así como de 2020 al 2022.
Todas las participantes respondieron a un cuestionario exhaustivo sobre salud, reproducción y estilo de vida, y se les pidió que llevaran un diario de su sangrado vaginal regular y experiencias vitales generales.
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