Un reporte de la agencia de noticias Sputnik precisó que la licencia emitida por esa entidad no autoriza los negocios prohibidos por ciertas normativas de la Casa Blanca, así como ninguna deuda con una cuenta en una institución financiera estadounidense del Banco Central de Rusia.
Desde el pasado 24 de febrero con el inicio de la operación militar especial en Ucrania, Moscú ha sido objeto de seis paquetes de sanciones impuestos por Estados Unidos y sus aliados.
El último grupo de medidas incluyó la suspensión de transmisión en territorio europeo de canales rusos de televisión, la desconexión del sistema Swift de bancos de ese país y belarusos y la prohibición de servicios de consultoría, auditoría y relaciones públicas.
También introdujeron la restricción de acceso a servicios en la nube, un embargo sobre los suministros de petróleo rusos y exenciones temporales de la negativa de entregas de crudo y derivados en alta mar.
La ampliación de la lista de personas y empresas de Rusia y Belarús, que tienen prohibido vender bienes y tecnologías de doble uso, también figuran entre las sanciones de Occidente.
En particular, la Unión Europea (UE) tiene la intención de impedir la exportación de unos 80 componentes químicos a Rusia, con el pretexto de que pueden utilizarse para crear armas.
Se excluyeron las entregas de petróleo a través del oleoducto, se otorgaron una serie de beneficios para las marítimas a países individuales y se abandonó la prohibición del transporte de crudo desde Rusia por buques cisterna bajo banderas de los países de la UE. car/crc