El sumo pontífice afirmó en un diálogo cuyo contenido fue publicado en el cuaderno número 4128 de La Civiltà Cattolica, que es peligroso “que no veamos todo el drama que se desarrolla detrás de esta guerra, que quizás de alguna manera fue provocada o no impedida”.
En ese contacto con editores de revistas jesuitas europeas, ocurrido el 19 de mayo, el santo padre narró su conversación con un jefe de Estado meses antes del inicio de esa operación militar rusa en Ucrania, quien anticipó la posibilidad de la misma dadas las presiones contra Moscú.
Ese líder político estaba muy preocupado por cómo se estaba moviendo la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y expresó que “están ladrando a las puertas de Rusia”, relató el papa.
El obispo de la Iglesia católica manifestó que “lo que tenemos ante nuestros ojos es una situación de guerra mundial, intereses globales, venta de armas y apropiación geopolítica”.
“Es muy triste, pero básicamente esto es lo que está en juego” y aclaró que “simplemente estoy en contra de reducir la complejidad a la distinción entre el bien y el mal, sin pensar en las raíces y los intereses”.
“Vemos lo que está sucediendo ahora en Ucrania de esta manera porque está más cerca de nosotros y toca más nuestra sensibilidad, pero hay otros países lejanos, pensemos en algunas zonas de África, en el norte de Nigeria, en el norte del Congo, donde la guerra continúa y a nadie le importa”.
“Piensen en Ruanda hace 25 años. Pensemos en Myanmar y los rohingya”.
“El mundo está en guerra. Hace unos años se me ocurrió decir que estamos viviendo la Tercera Guerra Mundial en pedazos. Aquí, para mí hoy se ha declarado la tercera guerra mundial”, agregó.
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