De acuerdo con declaraciones a Prensa Latina de Luis Plácido Ortega, funcionario nacional del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas en Cuba, sus buenos frutos, perfectamente replicables en otras zonas del país, permitirán que la iniciativa se convierta en una práctica cotidiana en las regiones beneficiadas.
ProAct, dijo el funcionario presente en el Taller donde se exponen sus resultados, es un proyecto de la Unión Europea cuyo objetivo consiste en la búsqueda de modelos capaces de fortalecer la resiliencia de sistemas alimentarios en distintos entornos como los de Cuba, una nación expuesta a eventos extremos como huracanes y sequías.
Según añadió, fueron los 10 países a nivel global seleccionados para aplicar dicha estrategia al tomar en cuenta las amenazas existentes sobre estructuras productivas y con la finalidad de que generen alternativas para enfrentarlas.
A pesar de haber tenido condiciones muy adversas debido a la pandemia de Covid-19 sobre todo su ciclo de vida, desde 2019 hasta la fecha, arrojó el programa importantes experiencias que pueden ser de utilidad para otros países del Caribe, apuntó.
Sobre la nutrición de los niños en la educación prescolar y primaria, adujo, recayeron los intereses fundamentales del proyecto implementado en los municipios de Corralillo, Caibarién, Sagua la Grande, Quemado de Güines, Encrucijada, Camajuaní y Remedios.
Esos territorios los pequeños vivían en entornos con sistemas agroalimentarios muy afectados tras el paso del huracán Irma en 2017.
Una de las primeras enseñanzas fue el vínculo directo de los productores con las escuelas, con los beneficios del acortamiento de la cadena de suministro y de un intercambio más cercano entre las necesidades y las demandas de los niños receptores de los alimentos, ahondó.
Además, agregó, se capacitaron a los compradores de las instituciones escolares atendidas para que el proceso contara con un enfoque nutricional adecuado, y también se trabajó con los agricultores en pos de sensibilizarlos sobre la necesidad de satisfacer estas demandas específicas.
El vínculo de las redes de protección social con la producción local, la vigilancia de la nutrición de los niños y un sistema resiliente que pueda responder a los impactos de eventos climatológicos extremos, es un modelo que merece ser defendido, remarcó.
Asimismo, alabó la capacidad que demostró ProAct para crear puestos de trabajo para las mujeres de las localidades involucradas y en favor de la eficiencia energética con la facilitación a los productores de sistemas de riego con paneles solares.
El Taller sobre los resultados del proyecto ProAct se efectuará hasta el próximo viernes en el municipio de Caibarién, Villa Clara, con la asistencia de un centenar de especialistas de los ministerios de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, de Educación, Agricultura, Salud y la Defensa Civil.
rgh/ifs