El desafío es enorme si se toma en cuenta que en este 2024, al menos 1.1 millones de personas necesitan ayuda humanitaria a causa del impacto de factores como el clima y la inflación, según enumeró un informe de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés).
De esa cantidad de necesitados, poco más de la mitad son mujeres, el sector poblacional que representa cerca del 52 por ciento de los votantes en el país.
Al menos 611 mil féminas necesitan asistencia debido a los efectos combinados de la inseguridad alimentaria, oportunidades de sustento limitadas, poder adquisitivo reducido y violencia de género, acentuó la OCHA.
Es tarea perentoria del gobierno enfrentar los factores que impulsan las necesidades humanitarias, según la agencia, los eventos climáticos extremos, la creciente inseguridad alimentaria, los altos niveles de movilidad humana y el aumento de los costos de vida e inflación debido a tendencias económicas globales.
Los eventos climáticos de 2023, el octavo año más seco en las últimas tres décadas, dejaron pérdidas millonarias para la agricultura y también una reducción en la disponibilidad de alimentos, lo cual impactó en sectores que hoy necesitan ayuda y miran hacia un gobierno que acaban de reelegir con la confianza de que resolverá sus problemas.
La tarea del equipo del presidente Nayib Bukele se complica aún más a causa de coincidir esos eventos de la naturaleza con una ola inflacionaria, con cifras récord en el costo de la canasta básica alimentaria (CBA), al punto que el último incremento al salario mínimo ya se diluyó en el aumento de precios experimentado entre 2022 y 2023.
La última actualización de la CBA destacó que los alimentos en la zona urbana costaban 256.74 dólares en enero pasado, un 0.12 por ciento inferior a los 257.06 reportados en diciembre de 2023. El valor del mes anterior es sin embargo superior en 11.71 dólares al costo registrado en enero de 2023.
La crisis se veía venir y en junio del año pasado, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) alertó, en su Encuesta Nacional de Seguridad Alimentaria, que un poco más de un millón de salvadoreños, el 17 por ciento de la población, enfrentaba inseguridad alimentaria de moderada a severa.
Este año, según la previsión, el gobierno debe destinar 87 millones en ayudas y de esos 32.5 se dirigirán a paliar las necesidades alimentarias de al menos 942 mil personas que esperan apoyo.
Este y otros problemas son el anticipo de lo que debe enfrentar Bukele cuando el 1 de junio asuma su segundo mandato en el país.
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