Los vuelos comerciales están suspendidos y todo indica que las mayoría de los tres millones de funcionarios y empleados de las 159 agencias gubernamentales acatan la convocatoria al paro en lo que se perfila como una colisión frontal entre la central sindical y el presidente de la República, Kais Saied.
El secretario general de la UGTT, Noureddine Taboubi, en un apasionado discurso horas atrás ante unos mil trabajadores congregados frente a la sede de la agrupación afirmó que “Este es un gobierno testarudo que siembra la discordia y difunde información falsa”.
Añadió que la prueba de fuerza no se detendrá «hasta que logremos nuestros objetivos no importa el costo».
La protesta antecede en pocos días al inicio de conversaciones entre el gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para un plan de rescate de la atribulada economía tunecina.
La delegación tunecina planea llevar al diálogo con el ente financiero mundial una propuesta de austeridad que incluye la congelación de los salarios en el sector público, recorte progresivo de algunos subsidios y la reestructuración de las compañías de esa esfera.
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