En una alocución transmitida en cadena de televisión, el mandatario reiteró la disposición del gobierno a entablar conversaciones con todos los sectores y dio la bienvenida a organismos que han manifestado voluntad de mediar en esas conversaciones, como la iglesia, la Organización de las Naciones Unidas y universidades.
Lasso señaló que en 2019 hubo detonantes para las protestas populares, pero en esta ocasión no, afirmación rechazada por las organizaciones participantes en el paro nacional, iniciado el pasado lunes 13 de junio, por convocatoria de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) ante la falta de respuestas a demandas de más de 10 meses.
Sobre esos reclamos, el mandatario dijo que no han pensado privatizar ningún sector estratégico o servicio público y se trabaja para construir un estado fuerte, con atención a la ciudadanía, en especial a los más vulnerables, mientras prepara mecanismos encaminados a compensar las consecuencias económicas de la pandemia y el conflicto Ucrania-Rusia.
En un resumen de los cuatro días de protesta, precisó que el gobierno ha actuado con prudencia y pese a actos vandálicos no hay heridos ni denuncias de atropellos por parte de la fuerza pública, lo cual contrasta con imágenes de represión a manifestantes en las calles.
“Demasiadas veces, la política en Ecuador ha sido sacar lo peor de nosotros. Cambiemos la historia. Hagamos buena política, saquemos lo mejor de cada uno. Tenemos que sentarnos en una mesa, juntos buscar soluciones”, instó, pero también alertó sobre impedir mayor violencia en las movilizaciones con el uso progresivo de la fuerza, «dentro del marco de la ley».
Para muchos, el discurso dista de la realidad por la cual la Conaie convocó al paro nacional, basada en una agenda de 10 puntos, presentada al ejecutivo en junio, octubre y noviembre de 2021, pero sin obtener respuesta a ninguno de los planteamientos.
«Señor Lasso, usted ofrece diálogo y luego amenaza con aplicar el uso progresivo de la fuerza, no tiene coherencia. Cuando dice que no hay «detonantes» confirma que no sabe nada del país», sentenció el presidente de la Conaie, Leonidas Iza, en reacción al mensaje.
Usted dice que no hay detonantes como hubo en las protestas de 2019, porque usted no compra en la tienda de la esquina, porque seguramente no compra en el mercado aquí en el Ecuador. No se da cuenta como han incrementado los precios de los productos de primera necesidad», agregó.
El líder indígena recordó que insisten en convocar al sistema financiero, privado, público y de cooperativas de ahorro y crédito para buscar alivio económico, rechazan la minería ilegal, el recorte presupuestario en educación y salud y la creciente inseguridad, entre otros reclamos.
De su lado, Cecilia Velasque, subcoordinadora del partido Pachakutik, advirtió que ciertamente el diálogo es el paso para llegar a la paz, pero no hay claridad cuando el gobierno habla de apertura a la conversación, pero también amenaza con el posible uso progresivo de la fuerza.
Mientras gobierno y manifestantes mantienen sus posiciones, las protestas continúan en las calles, donde ya hay registros de desmanes y enfrentamientos entre fuerzas del orden y los sectores movilizados, que achacan los actos vandálicos denunciados a grupos infiltrados.
«No reconocer un problema es agrandarlo, si Guillermo Lasso no reconoce que se ha equivocado, si no entiende que el objetivo de un Gobierno es el bienestar de los ciudadanos, si no rectifica, debería dar un paso al costado pues se está acelerando la destrucción del país», advirtió por su parte el excandidato a vicepresidente Carlos Rabascall.
Por el momento, continúa el cierre de vías y las marchas en puntos céntricos de esta nación andina, donde ya se reportan afectaciones económicas tras el paro, cuyo fin estaría ligado a las soluciones que ofrezca el Estado a los reclamos sociales.
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