“El tiempo pasará y muchos de nuestros socios, al menos de los países europeos, volverán al mercado ruso y trabajarán aquí con gusto. No tengo ninguna duda al respecto. La vida simplemente les obligará a hacerlo. Y no pondremos obstáculos en su camino, estamos abiertos a todo el mundo”, apuntó en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo (Spief).
El mandatario ruso subrayó la necesidad de que los países se den cuentan de la importancia de tratarse con respeto.
En otra parte de su intervención de este viernes en el evento, significó que el desarrollo a largo plazo del país se basará en la confianza en las libertades empresariales. “Cada iniciativa privada destinada a beneficiar a Rusia debe recibir el máximo apoyo y espacio para su implementación”, dijo.
Según el jefe de Estado, la empresa privada nacional se adaptó a los cambios a pesar de los intentos de otros países de frenar su desarrollo por todos los medios.
“La pandemia (Covid-19) y los acontecimientos actuales confirmaron la importancia de la flexibilidad y la libertad en la economía. Son las empresas privadas en condiciones difíciles, en el contexto de los intentos de frenar nuestro desarrollo por cualquier medio, las que demostraron que pueden competir en los mercados globales”, expresó.
En su opinión, el país necesita garantizar un desarrollo dinámico de la economía apoyándose en la empresa privada.
De igual forma, destacó como otro de los objetivos de la política económica de Rusia la reducción de la carga inflacionaria sobre los ciudadanos y las empresas, y la obtención de la tasa de inflación meta del cuatro por ciento a mediano y largo plazo.
El jefe de Estado advirtió que la velocidad de la introducción de sanciones contra Rusia y su volumen no conocen precedentes en el mundo. “El cálculo fue claro: descaradamente, con un golpe, aplastar la economía rusa”, enfatizó.
Explicó que Occidente todavía trata a los países fuera del llamado Occidente colectivo como sus colonias, y los pueblos que viven allí son considerados personas de segunda clase.
El presidente ruso señaló que esa es la razón del porque intentan castigar y aplastar a quienes difieren y no quieren obedecer.
“Si no se puede apaciguar a algún rebelde, se trata de aislarlo, de cancelarlo, se utiliza todo, el deporte, el movimiento olímpico, la cultura, el arte, por la única razón de que provienen de un país erróneo. Esta es la naturaleza del actual ataque de rusofobia en Occidente”, apuntó.
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