Según el reporte, interceptaron además cuatro misiles Tochka-U y 24 proyectiles de lanzamisiles múltiple Uragan, en diferentes localidades en territorio del sureste de Ucrania.
En las últimas 24 horas, los sistemas de defensa aérea de Rusia eliminaron también ocho drones, localizados en las regiones de Jersón, Járkov, Zaporozhie y en la autoproclamada República Popular de Lugansk (RPL).
Las Fuerzas Aeroespaciales, por su parte, atacaron con misiles guiados 12 posiciones de tiro de unidades de artillería y morteros de las tropas enemigas, entre ellos cuatro pelotones de lanzamisiles múltiples Grad y otros cuatro de obuses M777 de 155 milímetros en diferentes localidades de la autoproclamada República Popular de Donetsk.
También la víspera, mediante misiles guiados las fuerzas rusas destruyeron instalaciones de refinado de petróleo y almacenamiento de combustible cerca de las localidades de Kremenchuk y Lisichansk, en la RPL, que suministraban a los equipos militares ucranianos.
Rusia inició el pasado 24 de febrero una operación militar en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión y los intensos bombardeos por parte de Kiev.
El 21 de febrero, Moscú reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
En su discurso para informar sobre el comienzo del operativo, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que el objetivo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio de Kiev durante los últimos ocho años, además de “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania.
La cartera de Defensa señaló que los ataques no están dirigidos a la población ni a las ciudades ucranianas, sino contra las infraestructuras militares del país.
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