El procedimiento fue ordenado por la Fiscalía General del Estado como resultado de una llamada anónima por supuesto almacenamiento de material bélico para protestas.
Según explicó el presidente de la CCE, Fernando Cerón, la denuncia se basa en que presuntamente, 30 ciudadanos ecuatorianos y venezolanos ingresaron explosivos y armas a las bodegas de la institución cultural.
Garantizamos que este es un espacio de paz y debe estar al servicio de la ciudadanía. No permitiremos que la Casa de la Cultura sea un espacio donde se pueda desplegar violencia y represión por parte del Estado hacia la ciudadanía, que de manera pacífica reclama por sus derechos.
AL respecto, señaló que se realizaron revisiones de las cámaras con el equipo de guardia y seguridad y alertó: si fuera una denuncia falsa tomaremos las acciones legales pertinentes.
«La Casa de la Cultura es un espacio que se ha abierto permanentemente a ese tipo de movilizaciones en el contexto de espacios pacíficos y ayuda humanitaria», enfatizó.
En esa línea, agregó que si la institución recibe una solicitud formal de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), la evaluarían.
Cerón recalcó el llamado a los artistas y gestores culturales de todo el país a mantenerse vigilantes de lo que sucede en los espacios de la Casa de la Cultura y a luchar por evitar cualquier tipo de intervención por parte del Estado.
En las redes sociales, colectivos sociales y ciudadanía en general denunciaron el allanamiento y lo consideraron como un pretexto y una práctica dictatorial.
Durante las protestas de octubre de 2019 contra el gobierno del entonces presidente Lenín Moreno, la CCE fue lugar de acogida de indígenas que participaron en las marchas y punto para refugio de mujeres con niños y atención a heridos.
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