En un coloquio en esta capital, la ministra de Industria, Comercio y Turismo de España, Reyes Maroto, refirió el empeño de su país por estrechar lazos de cooperación y su compromiso expresado en una inversión de más de 172 mil millones de euros en América Latina y el Caribe.
“Hemos contribuido a paliar la pandemia con donaciones de vacunas, animados los convenios en materia de educación y creemos en la necesidad de diversificar nuestras agendas para acelerar acuerdos que permitan reducir las brechas de desigualdad y pobreza en esa región”, opinó Maroto.
La ministra valoró el trabajo en favor de tratados de libre comercio en los que España profundiza con Argentina, Colombia, República Dominicana, Costa Rica o Chile, el deseo de destrabar un acuerdo de la Unión Europea (UE) con el Mercosur y la apuestra definitiva por el turismo.
Andrés Allamand, máximo responsable de la Secretaría General Iberoamericana (Segib), Gema Sacristán, directora general de negocios de BID Invest, y Núria Vilanova, presidenta de Ceapi (Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica), también analizaron las dinámicas en el horizonte de la economía y el comercio en el grupo.
En las deliberaciones denominadas “Por qué Iberoamérica”, un informe presentado por Ceapi recalcó que se trata de un área con raíces muy cercanas en historia y cultura, un espacio bicontinental americano y europeo de países de lenguas española y portuguesa.
El reporte señaló que esta región representa el nueve por ciento de la población mundial, ocupa el cuatro por ciento de la superficie del planeta y tiene un peso aproximado de 8,0 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) global.
En Iberoamérica, 327 millones de personas hablan español y 214 millones portugués. La mayoría de sus países son considerados de renta alta y media, y cuentan con niveles de desarrollo social medio-altos, medido por el Índice de Desarrollo Humano (IDH).
Recordó Ceapi que la pandemia golpeó fuertemente a Iberoamérica, que registra el 32 por ciento de las muertes debido a la Covid-19, con un impacto económico considerable.
En el caso de América Latina y el Caribe los principales impactos de la pandemia fueron la
caída en las exportaciones, la fuga de capitales, el desplome del turismo, el colapso de las
remesas, y la contracción económica y el desempleo.
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