En una reunión en esta capital con su homólogo belaruso, Román Golóvchenko, el jefe de Gobierno ruso agradeció a Minsk su “posición constructiva sobre la situación en torno a Ucrania”.
Subrayó que los países hostiles lanzaron contra sus países medidas comparables a una guerra económica total, con el objetivo de aislarlos del sistema financiero internacional, ralentizar el desarrollo económico, socavar la soberanía tecnológica y empeorar la vida de sus ciudadanos.
“Resistiremos esta presión y como resultado seremos más fuertes, juntos podremos superar las consecuencias de las sanciones occidentales, incluso mediante la profundización de la integración en el Estado de la Unión, el lanzamiento de proyectos conjuntos, el desarrollo de cadenas productivas y logísticas y la sustitución de importaciones”, dijo.
Según Golóvchenko, la situación actual dicta la necesidad de actuar con rapidez, decisión y en el ámbito militar. “En tales condiciones trabajamos y en tales condiciones debemos tomar decisiones”, dijo.
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