Agregó que el banco central está «fuertemente comprometido» para lograr una bajada de los precios en el país, en un momento en que la inflación se encuentra en 8,6 por ciento, la cifra mayor desde hace 40 años, y supera con creces sus objetivos marcados de 2 por ciento.
Durante una intervención ante el Senado Powell insistió en que la FED no pretende provocar una recesión mundial con estas medidas.
No obstante, «resulta esencial que hagamos bajar la inflación si queremos tener un período sostenido de condiciones de mercado fuertes que beneficien a todo el mundo», acotó.
Si bien la subida de tipos de interés es una de las herramientas con las que cuenta la entidad bancaria para potenciar una disminución de la demanda de bienes y servicios, reajustarla a la oferta y contribuir a aliviar las tensiones sobre los precios, es una una operación riesgosa.
Expertos alertan que una contracción excesiva del dinero disponible podría hacer entrar en pánico tanto a empresas como a consumidores, desplomar la demanda de bienes y servicios y generar una recesión económica.
La FED anunció la semana pasada una subida de los tipos de interés de 75 puntos básicos, algo que no ocurría desde hace 28 años, para luchar contra una inflación derivada de problemas en las cadena de suministro, la guerra de Ucrania y los ahorros de los consumidores por los estímulos fiscales durante la pandemia de la Covid-19.
mgt/att