“Dentro de tres años la moneda digital nacional aparecerá en todos los estados que se respetan a sí mismos. Y también tendremos que construir una cooperación transfronteriza en este ámbito. Así que tenemos que estar preparados lo antes posible”, declaró Skorobogátova a la agencia de noticias TASS.
En su opinión, el rublo digital resolverá, entre otras cosas, el problema de la desconexión del Swift, porque con tal integración ese sistema de transferencia internacional de pagos ya no será necesario.
Informó que para finales de 2023 el regulador financiero ruso planea desarrollar una hoja de ruta para el lanzamiento del rublo digital a partir de las experiencias, los aprendizajes y los errores cometidos. “Las pruebas en operaciones reales nos darán la oportunidad de entender qué hay que ajustar y mejorar, qué hay que cambiar”, subrayó, a la vez que destacó el interés mostrado por los bancos y otras estructuras no financieras en probar el rublo digital.
A mediados de octubre de 2020, el Banco Central de Rusia presentó en su informe el concepto del rublo digital, que tomaría la forma de un código digital único que se almacenaría en un monedero electrónico especial y se transferiría de un usuario a otro para realizar operaciones comerciales.
Skorobogátova indicó que el porcentaje de transacciones sin efectivo en el volumen de negocios del país alcanzó el 75,5 por ciento y pronto aumentará al 80.
Indicó que en abril el informe del regulador financiero ruso registró que la proporción de pagos sin movimiento de efectivo por bienes y servicios en el comercio minorista alcanzó 74,3 por ciento en 2021, frente a 70,3 por ciento en 2020.
Según el Banco Central, la razón es la transformación del mercado de servicios de pago al por menor hacia un mayor uso de instrumentos de pago distintos del efectivo.
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