Si lo que quieres que diga es que voy a experimentar una transformación psicológica (del carácter), eso no va a suceder, aseveró Johnson, en declaraciones a la emisora Radio 4 de la BBC desde Kigali, Ruanda, donde asiste a la cumbre de la Mancomunidad Británica de Naciones.
El gobernante, quien sobrevivió a un voto de confianza promovido por un grupo de diputados conservadores molestos por su participación en las fiestas ilegales en Downing Street durante la cuarentena por la Covid-19, agregó que escuchará de manera “humilde y sincera” las críticas a su gestión, pero aclaró que sólo atenderá a aquellas que considere válidas.
Johnson trató de restar importancia a la pérdida de dos escaños parlamentarios en dos elecciones locales celebradas este jueves en sendos distritos de Inglaterra, y dijo que son resultados son normales para cualquier gobierno a mitad de mandato.
Según el líder conservador, en el caso de los comicios de Wakefield y Tiverton & Honiton, la gente estaba cansada de escuchar hablar sobre él, y sobre el partygate, cuando lo que desean, dijo, es oír sobre lo que hace el Ejecutivo para enfrentar la crisis del costo de la vida.
Interrogado al respecto, Johnson se rehusó, sin embargo, a comprometerse a reducir el impuesto sobre los combustibles o la tarifa energética, como le exige la población, y le recomiendan los expertos.
La postura desafiante exhibida por Johnson este sábado contrasta con la preocupación que reina entre los conservadores, tras las derrotas del jueves, que se suman a la pérdida de medio millar de concejales en los comicios municipales de marzo pasado.
Prueba de ello fue la renuncia la víspera del presidente del partido tory, Oliver Dowden, quien alegó que no se puede seguir trabajando de esa manera.
Tampoco se descarta un cambio en las reglas internas de la organización política para volver a someter a Johnson a otra moción de censura antes de que expire el año de inmunidad que logró tras superar por estrecho margen el voto de confianza anterior.
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