La representante Alexandria Ocasio-Cortez, del Partido Demócrata por Nueva York, recomendó al mandatario Joe Biden utilizar terrenos federales para crear clínicas para el aborto y servicios de salud reproductiva y anticoncepción en los estados que restringieron la práctica.
Las senadoras Elizabeth Warren (demócrata de Massachusetts), y Tina Smith (demócrata de Minnesota), también instaron a Biden, a declarar una emergencia sanitaria pública federal para proteger el acceso al aborto de todos los estadounidenses y aumentar los recursos federales para los servicios de salud reproductiva.
El gobernador de Arkansas, el republicano Asa Hutchinson, quien podría presentarse como candidato a la presidencia en 2024, dijo en una entrevista a la cadena NBC este domingo que los proveedores de los servicios de aborto son los que deberían enfrentarse a sanciones penales, si los realizan de manera ilegal, no las embarazadas que los requieran.
Una demanda de la Asociación de Paternidad Planificada de Utah contra la sentencia del alto tribunal argumenta que el embarazo forzado tendría un impacto «dramático y negativo» en la estabilidad financiera de las familias, al referir que en 2021, el 45 por ciento de las mujeres que interrumpieron su gestación ganaban menos del 130 por ciento del nivel federal de pobreza.
Del lado de los que aprueban el veredicto del tribunal conservador, la gobernadora de Dakota del Sur, la republicana Kristi Noem, se comprometió a prohibir las píldoras abortivas recetadas por Internet y enviadas por correo a sus destinatarias, señaló el diario The Hill.
Otros opositores al aborto afirmaron querer lograr prohibiciones constitucionales para el referido procedimiento, presionar al Congreso para que apruebe una prohibición nacional, así como limitar las oportunidades de cruzar las fronteras estatales para las gestantes.
En próximos días, varios estados con mayoría republicana efectuarán sesiones legislativas especiales para endurecer sus actuales restricciones al aborto, informó The Washington Post.
El dictamen del Tribunal Supremo de 6-3 impuso nuevas restricciones inmediatas en los estados más conservadores contra el aborto, a la vez que plantea complejas cuestiones de orden jurídico, médico y moral que afectarán a millones de estadounidenses en los próximos años.
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