Tales sanciones se unirían a la anunciada prohibición para Moscú de exportar oro, ya que los líderes del grupo de las economías más desarrolladas a nivel global están decididos a impedir la entrada de ingresos a ese país, incluido el oro, su segunda exportación más grande después de los hidrocarburos.
El G7 (Estados Unidos, Canadá, Japón, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido), que se reúne en Alemania, pretende cerrarle cada vez más el cerco a Rusia en insumos, servicios y tecnologías industriales clave, en particular aquellos que respaldan la base industrial de armamento y el sector tecnológico.
De acuerdo con los adelantos de los Departamentos de Estado y del Tesoro de Estados Unidos, se impondrá un bloqueo a las principales empresas estatales de defensa, además de las organizaciones de investigación de esa rama y decenas de otras entidades e individuos relacionados y limitarán la capacidad de Rusia para reemplazar equipos militares.
También, aplicarán una alza a los aranceles de más de 570 grupos de productos rusos por un valor aproximado de dos mil 300 millones de dólares.
Dichas medidas restringirán la capacidad del gigante euroasiático para beneficiarse económicamente de las ventas al mercado estadounidense, y están diseñadas para imponer costos a esa nación, pero también los minimizan para los consumidores estadounidenses, aseguró la Casa Blanca.
El Departamento del Tesoro emitirá una resolución que prohíbe la importación de oro nuevo a Estados Unidos, lo cual impedirá la participación de Rusia en el mercado formal del metal precioso, además de añadir casi 500 nombres a la lista de funcionarios rusos sujetos a medidas restrictivas.
El nuevo paquete de sanciones contempla a varias empresas de todo el mundo que supuestamente ayudan a Moscú a evadir las penalidades en vigor, las cuales no podrán comprar bienes y tecnologías de origen estadounidense, particularmente semiconductores.
Para el economista estadounidense Peter Schiff serán los propios ciudadanos de la norteña nación, y no el gobierno del presidente Vladímir Putin, los que pagarán las consecuencias del embargo al oro ruso por parte de Washington y aliados occidentales.
El también economista Mijaíl Beliáyev opinó que, si bien el mandatario estadounidense entendió dónde tiene que asestar un golpe, «fallará como siempre».
Según la base de datos Castellum.AI, Rusia es ahora el país más castigado por delante de Irán, Siria, Corea del Norte y Venezuela.
Desde finales de febrero pasado Occidente aplicó hasta ahora más de 10 mil medidas punitivas contra esa nación, en adición a las casi dos mil 700 que ya estaban en vigor.
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