Peskov recordó que el mercado de las metales preciosos es amplio, grande y muy diverso, al referirse a la decisión del G-7 de suspender la compra del oro extraído a partir de ahora en yacimientos de la nación euroasiática, sometida a una guerra económica por Occidente.
Aunque el anuncio del embargo al oro producido en Rusia se hará oficialmente mañana, los adelantos de la aplicación de esa medida ya provocaron un alza de los precios de ese metal en el mercado mundial, afirmó Reuter. Rusia es el tercer productor de oro en el orbe.
Francia, Japón, Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Estados Unidos iniciaron ayer la cumbre del G-7 en el Castillo de Elmau, para abordar la inflación, el alza del combustible, la situación en Ucrania y estrategias contra Rusia y China, entre otras.
Aunque Rusia destinó el pasado año casi el 90 por ciento de su producción del referido metal precioso a miembros del G-7, autoridades locales consideran que, como en el caso del petróleo, puede buscar otros mercados y aprovechar las ganancias del encarecimiento del oro.
La cumbre del G-7 intenta buscar una unidad de posiciones respecto al conflicto en Ucrania, después de la operación militar anunciada el pasado 24 de febrero pasado por el presidente ruso, Vladimir Putin, para desmilitarizar y desnazificar a ese país.
Occidente aplicó hasta ahora más de 10 mil medidas punitivas contra esta nación, incluida la congelación de 300 mil millones de dólares de su Banco Nacional, la prohibición para el empleo del sistema Swift y la suspensión del empleo de aviones fabricados en países occidentales.
La televisión capitalina destacó que en la sesión de esta jornada, el mandatario ucraniano, Vladimir Zelensky, exhortó en una intervención virtual al suministro por Occidente de sistemas antiaéreos y más restricciones contra Rusia.
Moscú considera que el envío de más medios de guerra a Ucrania por parte de Occidente solo alargará la confrontación y aumentará el volumen de pérdidas humanas.
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