Según un comunicado de la NASA, las misiones actuales en el llamado planeta rojo perforan hasta dos pulgadas (alrededor de cinco centímetros) y a esas profundidades, se necesitarían solo 20 millones de años para destruir los aminoácidos por completo.
Aunque parezca infinita la cifra, 20 millones de años es una cantidad de tiempo relativamente breve porque los científicos están buscando evidencia de vida antigua en la superficie que habría estado presente hace miles de millones de años, cuando Marte se parecía más a la Tierra, dijo Alexander Pavlov, del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA.
Dado que el agua líquida es esencial para la vida, los científicos quieren saber si la vida surgió en Marte y buscan evidencia de vida marciana antigua examinando las rocas de Marte en busca de moléculas orgánicas como los aminoácidos.
Para ello, el equipo realizó el primer experimento en mezclar aminoácidos con suelo marciano simulado.
Con ese fin, los expertos mezclaron varios tipos de aminoácidos en sílice, sílice hidratada o sílice y perclorato para simular las condiciones del suelo marciano y selló las muestras en tubos de ensayo en condiciones de vacío para simular el aire marciano.
Los científicos mantuvieron algunas muestras a temperatura ambiente, aproximadamente lo más caliente que jamás haya estado en la superficie de Marte, mientras que otras se enfriaron a menos 55 grados Celsius.
Además, se bombardearon con varios niveles de radiación gamma, un tipo de luz altamente energética, para simular dosis de rayos cósmicos hasta las recibidas durante unos 80 millones de años de exposición en las rocas de la superficie marciana.
De acuerdo con el artículo sobre este experimento, publicado en la revista Astrobiology, los aminoácidos pueden ser creados por la vida y por la química no biológica.
“Encontrarlos en Marte se consideraría un signo potencial de vida antigua porque son ampliamente utilizados por la vida terrestre como componente en la construcción de proteínas, las cuales se utilizan para fabricar enzimas que aceleran o regulan las reacciones químicas y para formar estructuras”, señala el texto.
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