Ubicado a la entrada de la ciudad de Morón, en Ciego de Ávila y con una nueva imagen en su entorno, completamente reconstruido, el gallo vuelve a emitir su cantío a las 06:00 y a las 18:00, hora local, con tres repeticiones cada vez.
El ingeniero de la Unidad Constructora Militar, Ineldo Borrero, quien estuvo al frente de la obra, señaló que realizaron un levantamiento completo de la grama o pasto que rodea la escultura, el cual está sobre una superficie de hormigón que sirve de techo al sótano.
Precisó que la torre, la cual acoge al reloj y los equipos de amplificación para reproducir el canto, fue rehecha con su diseño original realizado por el arquitecto avileño Hernando Hernández, quien además, ejecutó el boceto de la cúpula.
Manifestó, Borrero, que el deterioro, la altura, las lluvias y el viento conllevó a largas e intensas jornadas de trabajo para concluir la reparación integral del conjunto escultórico integrado por la figura de bronce del gallo, firmada por Rita Longa, la torre y el césped que lo rodea.
Por primera vez el monumento escultórico cuenta con una instalación eléctrica y lámparas para su alumbrado, lo que siempre fue un anhelo de los pobladores de la ciudad.
La historia del gallo cubano, tiene varias anécdotas y leyendas, la más popular es que en época pasada en Morón de la Frontera, en España, hubo un funcionario del gobierno que decía que allí, «no había más gallo que él» y los pobladores le endosaron peyorativamente el mote de «El gallo de Morón».
Cuentan que un día vecinos indignados del lugar dieron al abusador una paliza y lo dejaron desprovisto de su ropa, por eso el gallo español lo construyeron sin plumas.
La tradición se transpuso a la ciudad de Morón, en la región central de Cuba, donde existía un fuerte asentamiento poblacional hispano, y en la década de 1950 se enarboló el proyecto de erigir un monumento a un gallo criollo y con plumaje.
Luego de varios contratiempos el dos de mayo de 1982 se repuso el gallo, creado por la escultora Rita Longa, esta vez fabricado en bronce y convertido en símbolo, historia, tradición y cultura de la ciudad de Morón.
Hoy es un atractivo especial para los turistas que llegan al destino Jardines del Rey.
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