El plan, que será delineado por la canciller, Liz Truss, en una conferencia internacional que tendrá lugar mañanalunes en Lugano, Suiza, contempla asistencia inmediata para mantener a flote la economía ucraniana, y apoyo a la reconstrucción de Kiev, la capital, y sus alrededores.
Busca también atraer a los empresarios británicos para que inviertan en ese país de Europa del este, usar la influencia de Londres para persuadir a otros países a hacer lo mismo, y apoyar la modernización del gobierno y demás instituciones estatales ucranianas.
Según el texto, el monto total ofrecido por Reino Unido a Ucrania alcanza los mil 500 millones de dólares en garantías de préstamos multilaterales, que serán canalizados a través del Banco Mundial, además de unos 130 millones de dólares en apoyo bilateral.
Hemos liderado el apoyo a Ucrania durante la guerra, y seguiremos haciéndolo a través del Plan de Desarrollo y Reconstrucción del Gobierno Ucraniano, tiene previsto decir Truss en Lugano, donde propondrá que Londres sea sede de la Conferencia sobre la Recuperación de Ucrania del año próximo.
Rusia lanzó el 24 de febrero pasado lo que el presidente Vladímir Putin calificó como una operación militar especial en territorio ucraniano, después que las autoridades de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk le solicitaron ayuda para repeler el aumento de la agresión y los bombardeos por parte del Ejército ucraniano.
El Kremlin alega que la acción tiene como objetivo desmilitarizar y desnazificar al país vecino, pero las potencias occidentales implementaron sanciones económicas y financieras contra Rusia, y multiplicaron la entrega de pertrechos militares a las tropas ucranianas.
En el caso de Londres, el monto de los suministros, que incluyen sistemas de defensa antiaérea, drones, cohetes antitanques, vehículos blindados, cañones autopropulsados, municiones y explosivos, supera ya los dos mil 700 millones de dólares.
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