Cuando los humanos y los ratones se infectan con los virus del dengue o Zika secretan una sustancia química que puede hacerlos más atractivos, confirmaron en el texto.
“Los mosquitos dependen de su sentido del olfato para detectar huéspedes y guiar los comportamientos fundamentales de supervivencia”, explicó Gong Cheng, experto principal del proyecto en la Universidad de Tsinghua, en China.
Al comienzo del proyecto investigativo, encontramos que preferían buscar y alimentarse de ratones infectados con dengue y Zika, describieron.
Ante tal evidencia, ampliaron, realizamos el análisis químico de muestras de olor e identificamos al culpable que hace que huelan más «delicioso». La acetofenona, un compuesto que se puede encontrar en muchas frutas y algunos quesos, estaba presente en un nivel anormalmente alto en las personas infectadas, indicaron.
«Los flavivirus, como el dengue y el Zika, pueden utilizar la mayor liberación de esta para ayudarse a sí mismos a lograr sus ciclos de vida de manera efectiva al hacer que sus huéspedes sean más atractivos para los vectores», agregó Cheng.
En el futuro, los implicados en el estudio se proponen aplicar sus hallazgos en el mundo real (ahora trabajaron en laboratorio con ratones) y atacar también el problema desde el lado de los mosquitos.
“Planeamos administrar isotretinoína en la dieta de los pacientes con dengue para reducir la actividad de esos culícidos mediada por acetofenona”, subrayó Cheng.
Además, argumentaron, buscarán eliminar los genes de la población de mosquitos mediante una tecnología de conducción.
Sin los receptores, los mosquitos ya no podrán oler la acetofenona que tanto les gusta, lo que posiblemente mitigará la propagación del dengue y otros flavivirus, resaltaron.
Actualmente casi la mitad de la población global vive en un área con riesgo de dengue y, debido a la falta de tratamientos, muchas regiones afectadas sufren altas tasas de morbilidad y mortalidad.
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