De hecho el exmandatario estaba libre aunque con restriccoiones y el pasado día 21 se reunió con el presidente del gobierno cívico-militar de transición y arquitecto de la asonada que lo defenestró, el teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba, “para examinar cuestiones de seguridad y el retorno al gobierno civil”, según fuentes oficiales.
La víspera, la Comunidad Económica de Estados de África Occidental levantó parte de las sanciones contra la junta castrense burquinesa entre otras razones por la liberación del exmandatario, defenestrado por su incapacidad para enfrentar el auge de los ataques de grupos islamistas, según sus críticos.
Tan pronto llegó al poder Sandaogo Damiba, prometió una enérgica ofensiva contra los grupos armados islamistas sin que hasta el presente la promesa haya fructificado, por el contrario los ataques de los radicales experimentan un alza notable.
El portavoz del gobierno burquinés dijo a través de las redes sociales que la decisión de liberar a Christian Kaboré es parte de “la dinámica de refuerzo de la cohesión social y la reconciliación nacional”.
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