Tras avanzar un 0,7 por ciento en abril, las previsiones de expertos para mayo sobre los nuevos pedidos mostraban un crecimiento en torno al 0,5 por ciento.
El crecimiento de un punto porcentual por encima de lo pronosticado podría ser señal de que la demanda por productos sigue siendo fuerte, aun cuando la Reserva Federal endurece las condiciones financieras con consecutivas alzas de tasas para controlar la inflación.
Específicamente, el sector manufacturero representa el 12 por ciento de la economía estadounidense y se mantiene sólido gracias a la fuerte demanda por bienes, a pesar de que el gasto general gira más hacia los servicios.
Sin embargo, otra serie de datos recientes muestran un debilitamiento de la economía: el índice nacional de actividad fabril del Instituto de Gerencia y Abastecimiento se contrajo por segundo mes consecutivo, aunque varias empresas indicaron que estaban contratando.
Según analistas, el contraste se debe a un crecimiento moderado del gasto de los consumidores en mayo y a la debilidad de la construcción de viviendas, los permisos de construcción y la producción de las fábricas.
Mientras tanto, el Producto Interno Bruto se contrajo a una tasa anualizada del 1,5 por ciento durante el periodo.
mem/att