Tomamos la decisión de seguir trabajando para que se levanten las sanciones (de Estados Unidos contra) las empresas venezolanas, con el fin de que la Organización de Estados del Caribe Oriental y otros puedan entrar eventualmente en un PetroCaribe renovado y redefinido, enfatizó.
Más adelante, Mottley recalcó que «muchas personas están sufriendo por la implementación de esas sanciones», impuestas por el gobierno estadounidense como mecanismo teledirigido para socavar y asfixiar a la economía venezolana.
No obstante, la funcionaria barbadense reconoció el levantamiento parcial de esas sanciones en el pasado reciente, lo cual permite a Venezuela negociar -en limitadas circunstancias- con Europa.
Ese ejemplo debería tomarse de ejemplo para permitir la normalización de las relaciones económicas -en el sector energético- de Venezuela con la gente del Caribe, destacó.
Días atrás, durante la 43 Cumbre de Jefes de Gobierno de la Comunidad del Caribe, Mottley fue una de las voces más activas en los temas referentes al levantamiento de las sanciones estadounidenses contra Venezuela, pues lo considera «vital» para el desarrollo y crecimiento económico de los países del área.
Estados Unidos, por las sanciones impuestas al gas y petróleo de Rusia, a raíz de la guerra con Ucrania, se vio obligado a levantar parcialmente el bloqueo al gobierno de Nicolás Maduro, con el fin de buscar nuevas vías de abastecimiento.
Casi por arte de magia, coinciden expertos en geopolítica, la administración estadounidense de Joe Biden pasó de desconocer la legitimidad de Maduro a negociar directamente con el mandatario venezolano el levantamiento parcial de las sanciones, aunque para ello dejaran a un lado a la figura títere de Juan Guaidó, a quien reconocían como presidente interino.
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