Según declaró Wallace en un comunicado difundido por su ministerio, “la experiencia de clase mundial del Ejército británico” ayudará a Ucrania a reconstruir sus fuerzas armadas, e incrementar la resistencia contra la operación militar lanzada por Rusia en febrero pasado.
Los reclutas ucranianos, con poca o ninguna experiencia militar, estarán en suelo británico varias semanas, y luego serán desplegados en los frentes de batalla listos para entrar en combate.
El objetivo de Londres, que en los últimos meses comprometió más de dos mil 300 millones de libras esterlinas (unos dos mil 700 millones dólares) en ayuda militar para Kiev, es entrenar a 10 mil soldados cada 120 días, para reponer las bajas que sufren las tropas ucranianas.
Rusia lanzó el 24 de febrero pasado lo que el presidente Vladimir Putin calificó como una operación militar especial en territorio ucraniano, después que las autoridades de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk le solicitaron ayuda para repeler el aumento de la agresión y los bombardeos por parte del Ejército de ese país.
El Kremlin alega que la acción tiene como objetivo “desmilitarizar” y “desnazificar” a Ucrania, pero las potencias occidentales implementaron sanciones económicas y financieras contra Moscú, y multiplicaron la entrega de ayuda militar a Kiev.
En el caso del Reino Unido, los suministros incluyen misiles antiaéreos y antitanques, vehículos blindados, cañones autopropulsados, municiones y explosivos, además del entrenamiento de soldados en suelo británico.
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