Maroto lanzó la iniciativa en Logroño, norte del país, que busca potenciar aún más la industria sin chimeneas, en la cual España se mantiene como segunda potencia mundial detrás de Francia.
El Plan Turístico Nacional de Enogastronomía 2022-2023 dotado con una inversión de más de 68,6 millones de euros, sitúa a la gastronomía y enología como una experiencia para apuntalar la competitividad internacional.
En el acto de presentación en las Bodegas Marqués de Murrieta de Logroño, la ministra destacó que este plan apuesta por “elementos reconocibles de nuestro país, donde, además, el enogastroturismo representa la unión de dos de nuestras fortalezas como son la gastronomía y la enología, ambas con enorme capacidad de crecimiento”.
Asimismo, Maroto comentó que si el pasado año fue el Camino de Santiago como elemento transversal de la industria sin chimeneas, ahora toca otras vertientes inscritas en el concepto de “sostenibilidad, competitividad, digitalización y calidad”.
Junto a la presidenta del Gobierno de La Rioja, Concha Andreu, y del alcalde de Logroño, Pablo Hermoso, la titular apuntó la importancia creciente del turismo enogastronómico en todos los destinos, así como, el volumen, la calidad y el prestigio del sector de la gastronomía y la enología en España.
“Parecen razones evidentes para que nuestro vino y nuestra comida fuesen las prioridades nacionales para este 2022 con la posibilidad, además, de alinear todas las acciones para la transformación del sector hacia el nuevo modelo turístico que estamos diseñando basado en la calidad, de nuevos productos y experiencias”, reflexionó.
Según Turespaña, detrás de sol y playa como los rubros más atractivos del país ibérico, aparece el tema cultural, del cual es parte la gastronomía y la enología.
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