Igualmente, las autoridades de los Países Bajos lamentaron que la comunidad internacional no haya podido proteger a quienes se refugiaban en el lugar, vigilado por cascos azules neerlandeses, destacó este lunes el canal de noticias Euronews.
En un discurso en Bosnia y Herzegovina, la ministra de Defensa neerlandesa, Kajsa Ollongren, sintió que el mundo no haya podido proteger Srebrenica a través de la misión de la ONU para el mantenimiento de la paz formada por cascos azules, enviados entonces al enclave.
Países Bajos formó parte de ese esfuerzo con sus mejores intenciones, pero, a pesar de ello, Srebrenica fue aplastada de forma despiadada.
Incluso entonces, nuestros soldados siguieron haciendo lo que pudieron para cumplir su tarea lo mejor forma posible y proteger a personas indefensas, agregó la ministra.
Subrayó que su país no puede «aliviar ese sufrimiento», pero sí puede «mirar la historia directamente a los ojos».
Ollongren admitió que la comunidad internacional fracasó a la hora de ofrecer protección adecuada a la gente de Srebrenica y, como parte de esa comunidad, el gobierno neerlandés comparte la responsabilidad por la situación en la que ocurrió ese fracaso.
En 1995, cientos de soldados de Países Bajos fueron enviados a Srebrenica, un enclave de mayoría musulmana en el este de Bosnia que había sido declarado zona desmilitarizada en 1993 y albergaba un batallón de las fuerzas que debían vigilar el alto al fuego, pero que no tenían capacidad para hacerlo.
Las brigadas serbiobosnias tomaron el enclave sin apenas resistencia y los soldados neerlandeses fueron responsabilizados por los medios y la sociedad por su fracaso en proteger Srebrenica.
Esa misión de cascos azules es aún muy polémica en Países Bajos, no solo por no haber evitado el genocidio, sino también por el presente de esos soldados, que sobreviven al estrés postraumático y la culpa por lo ocurrido.
Algunos fueron enviados al enclave con apenas 18 años, poco preparados, sin armas suficientes ni mandato para involucrarse en los combates, y no recibieron apoyo aéreo de los aliados de la ONU.
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