Bajo el título Talavera de la Reina y de Cuba, la muestra abrirá sus puertas el próximo 22 de julio, con una selección de útiles y decorado, los cuales evocan los años dorados de una expresión que alcanzó su máximo esplendor en los siglos XV y XVI con la adaptación de los alfares a las técnicas innovadoras del renacimiento y barroco español.
Organizada por Esther Cabrera San Miguel, la exhibición explora el desarrollo de esta expresión artístico-utilitaria, en tanto demuestra su ascenso y declive, signado por la crisis y las guerras napoleónicas, fundamentalmente con la Batalla de Talavera en 1809, reseña un comunicado de la entidad.
En efecto, durante el siglo en el siglo XVIII solo se registraron ocho fábricas abiertas, las cuales fueron desapareciendo como consecuencia de los conflictos bélicos, a excepción de La Menora que cerró en 1905, apunta el documento.
Desde 2019 integra la lista representativa de Patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad de la Unesco, distinción alude a la fabricación artesanal de cerámica de estilo talaverano en Puebla y Tlaxcala (México) y en Talavera de la Reina y El puente del Arzobispo (España), aludiendo a comunidades de artesanos en ambos países.
La cerámica tuvo entre sus principales cultores a Juan Niveiro Page quien en 1849 fundó el alfar de El Carmen dedicado a la fabricación de loza popular y utensilios con el estilo Valencia, así como a Juan Ruiz de Luna, impulsor del resurgir de la cerámica de Talavera de la Reina en el siglo XX.
Asimismo, la exposición aproximará a los rasgos distintivos de estas piezas, que articulan elementos de la tradición musulmana mudéjar con “características del Asia y de la loza de Delft”, Países Bajos.
Catalogada por tipos, según las épocas y motivos, destacan entre los artículos más antiguos, los decorados en azul y blanco, así como las series de las mariposas, las espirales, la palma, tricolor, de Jarros de Santiago, los helechos, las golondrinas y la de Ferroneries.
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