Al margen de los ácidos diferendos permanente con el conservador Partido Popular (PP), Sánchez (socialista) tiene un frente abierto de discrepancias con sus socios de alianza en el Ejecutivo, Unidas Podemos.
Unidas Podemos (Izquierda Unida y Podemos) tiene diferencias marcadas con el presupuesto de defensa adoptado en el Consejo de Ministros, también con el compromiso de España con la OTAN de elevarlo en dos por ciento hacia 2029.
Por si fuera poco, el grupo advirtió que en el futuro debate parlamentario para aceptar la ampliación de cuatro a seis destructores estadounidenses en la base de Rota, sur del país, se pronunciará en contra de esta idea, informada en Madrid por Joe Biden.
Tampoco está de acuerdo con Sánchez en el giro que dio el Gobierno en su relación con Marruecos, que en su criterio dio la espalda al pueblo del Sáhara Occidental.
Sánchez, asimismo, tendrá que dirimir con el PP y toda el ala derecha española, en torno a sus reformas económicas y medidas sociales, además de la Ley de Memoria.
En particular, el principal partido opositor mantiene su bloqueo a la renovación del Consejo General del Poder Judicial, pendiente desde hace tres años y medio.
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