El fenómeno esloveno de 23 años era esta mañana el candidato casi unánime de los entendidos para lograr la hazaña de conseguir tres títulos consecutivos en la Grande Boucle, la meca del pedalismo, pero esa seguridad comienza a ceder, y en realidad no tiene que ver con el desempeño de otro atleta, aunque en el Tour sobra el nivel.
El UAE Team Emirates confirmó el positivo a la Covid-19 del neozelandés George Bennett, uno de los buenos soldados de Pogacar, y notable en la escalada, baja que se sumó a la reportada días antes del noruego Vegard Stake Laengen por la enfermedad.
Por si fuese poco, también el polaco Rafal Majka –el principal gregario del portador del maillot amarillo- dio positivo en los controles internos del equipo, aunque su escasa carga viral le permite seguir en competencia, cuando el pelotón recorrió mil 643 de los tres mil 353 kilómetros de trayecto con cierre el 24 de julio en los parisinos Campos Elíseos.
Pogacar es un extraclase, pero la presión resulta grande, y este martes en la décima etapa, la segunda de la aventura alpina, tuvo que sacar el extra para no ceder la punta de la clasificación general al alemán Lennard Kamna (Bora-Hansgrohe), quien está a solo 11 segundos.
La salida del Tour de Francia de sus coequiperos cuando restan 11 trayectos y los duros desafíos de esta semana en Los Alpes y de la próxima en Los Pirineos, quitan el sueño a cualquiera, y no se puede ignorar que la Covid-19 no discrimina y ya sacó a seis ciclistas de la contienda.
Mañana la edición 109 de la Grande Boucle tendrá una jornada importante en la alta montaña con dos súper colosos en el menú, el Col du Galibier, techo de la carrera con sus dos mil 642 metros, una subida de 17,7 kilómetros y pendiente de casi un siete por ciento, y la llegada en el Col de Granon (dos mil 413, 11,3 y 9,2), dos puertos “fuera de categoría”.
El alemán Majka, el danés Jonas Vingegaaard (Jumbo-Visma), subtitular el año pasado del Tour y tercero a 39 segundos, y el veterano galés Geraint Thomas (INEOS Grenadiers), campeón en 2018, tienen enorme calidad y representan una amenaza real para los sueños de Pogacar, un extraterrestre que Covid-19 mediante luce ahora mismo más terrenal.
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