La admisión del exasesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton, de haber «ayudado a planear golpes de Estado», el reconocimiento inmediato de (Donald) Trump al gobierno de facto y la defensa de senadores republicanos a los golpistas prueban que Estados Unidos promovió el golpe» de 2019 en Bolivia.
A través de Twitter, el mandatario boliviano entre 2006 y 2019 pidió a los congresistas Jan Schakowsky y Susan Wild que -junto a otros legisladores de Estados Unidos promovieron la investigación del rol de Luis Almagro en el golpe- ampliara el caso con la confesión de Bolton.
Está demostrado que la falsa denuncia de «fraude» fue para ejecutar masacres, recalcó.
Tras ganar las elecciones generales en 2019, Evo Morales sufrió un golpe de Estado orquestado por altos mandos del Ejército y la Policía de Bolivia, en conjunción con grupos de extrema derecha, que devino en el gobierno de facto de Jeanine Áñez.
Investigaciones posteriores, revelaron la falsedad del informe presentado por la Organización de Estados Americanos (OEA), dirigida por Almagro, que aseguraba, sin bases reales, que los comicios habían sido manipulados por Morales y su organización Movimiento al Socialismo.
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