«Por desgracia, observamos cierta disminución en la atención de la comunidad internacional a Afganistán. La tragedia del pueblo afgano, si se enfrenta a una catástrofe humanitaria en solitario, puede generar nuevos flujos de refugiados, un aumento de la amenaza de las drogas y del terrorismo», refirió el diplomático en declaraciones a Sputnik.
Nórov enfatizó que solucionar la situación en la nación centroasiática, establecer una paz duradera y crear las condiciones para un desarrollo social y económico estable en este país son unas de las principales prioridades de la política exterior de Taskent.
El ministro en funciones añadió que la solución de la situación afgana es «un factor clave para garantizar la seguridad y el desarrollo sostenible en el vasto espacio euroasiático».
Asimismo, recordó que los días 25 y 26 de julio en la capital uzbeka se celebrará la conferencia internacional sobre Afganistán, que abarcará a delegaciones de más de 20 países, e incluso una del movimiento talibán, actualmente en el poder, ya confirmó su participación.
«Estamos seguros de que sus resultados representarán otro paso importante hacia el desarrollo de enfoques coordinados y consolidados para la estrategia de desarrollo de posguerra de Afganistán», precisó Nórov.
Afganistán sigue sumergido en una profunda crisis, tras dos décadas de conflicto armado entre el movimiento talibán y los gobiernos que se sustentaban en el apoyo militar de Estados Unidos y otros países de la OTAN.
A mediados de agosto de 2021, los talibanes tomaron la capital de Kabul precipitando la huida del presidente Ashraf Ghani y a principios de septiembre formaron un gobierno interino liderado por Mohammad Hassan Akhund, uno de los fundadores del grupo insurgente.
Este jueves la Organización Internacional de las Migraciones alertó que casi dos millones de afganos están desplazados debido al conflicto bélico y los desastres naturales ocurridos entre enero de 2021 y abril de 2022.
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