«La publicación por parte del Tesoro estadounidense de aclaraciones señalando que las sanciones contra nuestro país no se aplican a la agricultura, energía, medicina, la lucha contra el coronavirus y los viajes aéreos en tránsito no debe tomarse como una señal de algún tipo de deshielo o constructividad de Washington», advirtió el diputado.
En declaraciones a la agencia TASS Slutski advirtió que ninguna acción de acercamiento del Gobierno estadounidense con Moscú debe esperarse en un futuro cercano.
Al respecto, argumentó que el presidente estadounidense, Joe Biden, y representantes de su Administración «declaran constantemente un curso para aumentar la presión sobre la nación euroasiática, mientras culpan al Kremlin por las consecuencias de su política de sanciones irreflexiva».
«Estas excepciones solo tienen como objetivo no arruinar por completo su propia economía, evitando una situación en la que los estadounidenses tengan que quedarse sin comida ni luz. Esta perspectiva también amenaza a Europa, pero a Washington no le importa», confirmó el político ruso.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos comentó la víspera que las transacciones con Rusia en las áreas de agricultura, energía, medicina (incluidas las relacionadas con la lucha contra el coronavirus), viajes aéreos en tránsito, así como las que afectan el trabajo de organizaciones no gubernamentales, están exentas de las sanciones.
Asimismo, la institución precisó que la Oficina de Control de Activos Extranjeros estadounidense, que forma parte del Tesoro, emitió «varias licencias generales relacionadas con Moscú que permiten ciertas transacciones las cuales involucran a instituciones financieras extranjeras».
El departamento financiero estadounidense afirma que las sanciones contra el país eslavo supuestamente no «impiden el comercio de productos agrícolas y medicamentos».
Tras el inicio de la operación militar especial rusa en Ucrania, el pasado 24 de febrero, numerosos países en su mayoría de Occidente activaron sanciones individuales y sectoriales con la intención de infligirle a la economía de la nación euroasiática el mayor daño posible, y así presionar a Moscú para detener las hostilidades.
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