Los enlaces a redes Wifi siguen siendo muy útiles a pesar de los famosos paquetes de datos en todo el mundo, mediante los cuales cada usuario posee cierta cantidad de gigabytes en su móvil; pero que todos no pueden pagar.
Si en ocasiones es difícil seguir el ritmo de actualización de los celulares, con la 5G o la futura 6G, aunque los costos sean relativamente baratos, para muchos conectarse o usar gratis la Wifi continuará como una excelente opción.
Por ello grandes empresas tecnológicas siguen desarrollando este tipo de conexión y otras ya se sumaron a la carrera. WiFi salió al mercado en 1997, es un sistema de conexión inalámbrica, dentro de un área determinada, entre dispositivos electrónicos y sirve para acceder a internet. Se basa en un espectro sin licencia y el pasado 2021 se lanzó Wi-Fi 6E.
Esta actualización ofrece una velocidad de 9.6 gigabit por segundo (Gbps), admite bandas de frecuencia de 2,4; 5 y 6 gigahercios, así como canales amplios (80, 160 MHz), entre otras características.
WiFi 6E facilitará el acceso a Internet en lugares públicos como aeropuertos, estadios deportivos, edificios de gran tamaño, ciudades conectadas, instalaciones domóticas (lo que hoy conocemos como Internet de las cosas o aplicaciones de realidad virtual o realidad aumentada.
Aunque esa opción aún no está disponible para todos en el mercado, los ingenieros trabajan para 2024 en el 802.11be o Wi-Fi 7 con características mejoradas como tener una disposición hasta 30 Gbps.
También WiFi 7 evolucionará hasta el llamado CMU-MIMO (Coordinated Multiple-User MIMO), lo cual permitirá pasar de ocho a 16 antenas en dos puntos de acceso distintos dentro de un mismo espacio.
Un estudio de Cisco Systems, empresa global con sede en San José, California, Estados Unidos, principalmente dedicada a la fabricación, venta, mantenimiento y consultoría de equipos de telecomunicaciones; refiere que, en 2023, habrá 628 millones de puntos de acceso WiFi público en todo el mundo.
Por su parte, Sujit Dey, director del Centro para Comunicaciones Inalámbricas de la Universidad de San Diego, California, explicó a la cadena británica BBC que, con el auge de los teléfonos, relojes, lentes inteligentes; Cada vez habrá más dispositivos conectados; “así que la Wifi se sigue actualizando”.
Sin embargo, no es la Wifi la única alternativa para conectarse inalámbricamente. En 2011 el profesor de Comunicaciones Móviles de la Universidad de Edimburgo, Escocia, Harald Haas, acuñó el término Li-Fi, una tecnología que utiliza luces LED para transmitir datos.
Esta conexión requiere una fuente de luz, como una lámpara LED estándar, una conexión a internet y un fotodetector. A la luminaria se le coloca un codificador.
La señal de Internet llega a dicho codificador y la bombilla se enciende o apaga para transmitir los datos. El fotorreceptor se coloca en una zona a la que llegue la luz, interpreta dichos datos y permite la conexión.
También se ha probado con rayos infrarrojos, lo que permitió conseguir una velocidad de 42,8 Gbps de descarga, y en laboratorios se han conseguido 224 Gbps Algunos expertos dicen que, aunque resulta muy efectiva para espacios interiores, dicha tecnología necesita un gasto adicional de infraestructura y no es aún una alternativa barata.
Además, cuidado con dejar la habitación a oscuras. Si se tapa el Sol con un dedo, hacerlo a los bombillos LED, apagará inmediatamente la Lifi.
Empero, sus ventajas son: la capacidad de usar varias luces en una habitación sin interferencias; así como brindar acceso a internet 100 veces más rápido que la Wifi tradicional, ofreciendo velocidades de hasta un gigabit por segundo.
Sitios especializados en tecnología consideran a los sistemas LiFi por su nula interferencia de radiofrecuencia con otros dispositivos, soluciones a tener en cuenta para aviones u hospitales. Google apostó por los globos para “repartir” Internet.
Google tiene desde hace varios años el propósito de llevar Internet a los lugares más recónditos del planeta. Para ello lanzó en 2013 el Project Loon — a través de Google X— que intentó proporcionar acceso universal mediante globos y para 2018 ya había lanzado a la atmósfera más de 100 dispositivos aerostáticos con este propósito.
Sin embargo, enormes dudas sobre su rentabilidad y la separación de Project Loon de Google, pasándose a llamar Loon, hizo que la fama de esta idea haya bajado en los últimos tiempos.
Loon ha estado ofreciendo Internet con sus globos aerostáticos en algunas zonas de Estados Unidos, Sudamérica y Kenia. Cada globo cubre unos 80 kilómetros de terreno, y ofrece conexión a velocidad 4G en zonas inaccesibles. Pero como una sombra, y por si fuera poco, aparece Elon Musk.
En la Luna, el espacio, Twitter y en las conexiones inalámbricas, el magnate compite también en el mundo de las conexiones a Internet; solo que su apuesta es por los satélites.
Su compañía Starlink ofrece servicio de internet satelital de banda ancha y alta velocidad en lugares remotos y rurales por un plan mensual de 110 dólares con un costo único del dispositivo de hardware de 599.
Aunque la comunicación por satélite tiene una alta latencia, o sea, el retraso es mayor que el de wifi o el teléfono celular; el potencial de aumentar el despliegue de satélites existentes podrá hacer que esa tecnología sea quizás más asequible y difundida.
Así lo destacó Dorothy Stanley, responsable del equipo de trabajo de Estándares del Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos de Estados Unidos. La instalación de Internet por satélite es bastante compleja pues se necesita una antena parabólica en el exterior de la vivienda; pero ofrece un servicio de manera ilimitada y la seguridad de la señal es relevante debido a que resulta muy complicado que se pueda cortar por alguna razón.
Las opciones para estar conectado no faltarán en el futuro. La ganadora de todos, aún no lo sabemos, pero tal y como ha sucedido con muchas tecnologías, alguien monopolizará estas herramientas.
Conectarse será, al parecer, cada vez más fácil y rápido. El reto está en que sea por fin accesible a todos.
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