Según la revista PLOS Medicine, el equipo descubrió que beber licores se asociaba con marcadores de mayor cantidad de hierro en los ganglios basales.
Se trata de un grupo de regiones cerebrales relacionadas con el control de los movimientos motores, el aprendizaje de procedimientos, el movimiento de los ojos, la cognición y las emociones, entre otros.
La acumulación de hierro en algunas regiones del cerebro se asoció a una peor función cognitiva.
Entre los problemas que ocasiona el alcohol están la psicosis, y experimentar alucinaciones y delirios que les llevan a evadirse de la realidad.
Incluso paranoias que les pueden hacer pensar que tienen a personas en su contra, y ver, oír y sentir cosas que no existen.
También cambios en el comportamiento y trastornos emocionales, pues la serotonina es un neurotransmisor que regula el estado de ánimo, y beber frecuentemente modifica sus niveles, bajándolos.
El alcohol afecta al cerebro, exactamente al hipocampo, pequeño órgano situado en el cerebro, que se asocia con la memoria.
Con el tiempo y los excesos, pueden convertirse en un problema más grave que dañe el mencionado órgano e incida en la capacidad de memorizar, y en los recuerdos a medio y largo plazo.
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