Tras una semana en el estado superior de alarma y la movilización de a unos mil efectivos en el norte y centro del país, los focos más preocupantes ahora están localizados en las proximidades de Fundao, en el distrito de Castelo Branco (centro) y Baião, en Oporto (noreste).
El Instituto del Mar y la Atmósfera mantiene aún a unos 80 municipios con riesgo máximo de incendios.
Desde hace una semana las actividades en áreas forestales están suspendidas debido a los picos de temperatura que alcanzaron los 47 grados en algunas zonas del interior, mientras una ola de fuegos que acabó con miles de hectáreas y dejó una víctima mortal.
El momento exige la situación de alerta, podemos bajar un nivel de exigencia en la movilización de recursos y recomponer los medios disponibles dadas las condiciones más favorables, dijo la víspera el ministro de Administración Interna, José Luis Carneiro.
No obstante el Gobierno revisará mañana martes la situación ante la previsión de un nuevo aumento de temperaturas, según trascendió.
Las 940 personas evacuadas ya regresaron a sus viviendas, pero los incendios dejaron un saldo de cuatro heridos graves y 97 leves.
Cerca de 41 mil hectáreas en el país fueron destruidas, cifra que contrasta con las 28 mil contabilizadas en todo el 2021.
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