Al ser preguntados por la decisión de los legisladores estadounidenses, que dieron el visto bueno a una medida restrictiva al envío de estas aeronaves a Turquía, el ministro turco expresó esperar que Estados Unidos considere nuevamente el tema.
De acuerdo con el titular estas medidas son analizadas y abordadas de cerca por su Gobierno, especialmente ante la posible influencia de Grecia sobre estas cuestiones dadas las disputas que ambos países mantienen en la zona del mar Egeo.
Para él, Atenas llevó el asunto a dimensiones que no pueden ser explicadas en el marco de unas relaciones internacionales y acusó al gobierno griego de tratar de influir en el acuerdo alcanzado por las partes para la modernización de los F-16.
Akar recalcó que las demandas turcas están relacionadas con su papel en la Organización del Tratado Atlántico del Norte (OTAN)e hizo hincapié en su importancia a la hora de entablar diálogos y luchar contra el terrorismo y la migración.
Esperamos que Estados Unidos no juegue a este juego, manifestó Akar.
Turquía solicitó previamente a Estados Unidos 40 aviones de combate F-16 y 80 kits de actualización de Blocks para aviones en servicio de sus Fuerzas Aéreas.
La pretensión de adquirir esas naves militares por Turquía se conoció después de su exclusión del programa para la producción de cazas F-35 de quinta generación por parte de Washington como represalia por la decisión de Ankara de adquirir el sistema de defensa aérea S-400 de Rusia.
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