“La UE está tratando de generar nuevas sanciones. Aunque es evidente que ninguna, ni siquiera las más duras, ha llevado nunca, en ninguna parte del mundo, a que aquellos países contra los que se imponen cambien de alguna manera su posición”, refirió el vocero según la agencia TASS.
Peskov al ser interrogado por la prensa sobre si existe la sensación de que la política de presión sobre Rusia se está desvaneciendo, respondió que no existe tal sentimiento, por el contrario, reconocen que el bloque comunitario tiene “una persistencia envidiable”.
En ese sentido, el portavoz del Kremlin agregó que los países del denominado Viejo Continente siguen «apegándose compulsivamente a las sanciones que perjudican sus propios intereses, y a su población, que obviamente empieza a sufrir las medidas y las consecuencias que provocan estas decisiones», enfatizó.
Al establecer una comparación de los acontecimientos, Peskov detalló que los estadounidenses son mucho más pragmáticos en este sentido, pues rápidamente, utilizando su sistema flexible, introducen licencias que contemplan exenciones cuando es beneficioso para Washington.
Al respecto, argumentó que la burocracia europea es aún más torpe, y su sistema no les permite hacer ajustes rápidamente, provocando sufrimiento para sus ciudadanos.
El Consejo de la Unión Europea puso en práctica desde este jueves el séptimo paquete de sanciones contra Rusia, el cual incluye un embargo parcial a las importaciones de oro.
Asimismo, agregaron a 55 personas físicas y jurídicas a la lista negra y se amplió la cantidad de bienes de doble uso cuya importación está prohibida.
Tras el inicio de la operación militar especial rusa en Ucrania, el pasado 24 de febrero, numerosos países en su mayoría de Occidente activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales con la intención de infligirle a la economía de la nación euroasiática el mayor daño posible, y así presionar a Moscú para detener las hostilidades.
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