Con la presencia del embajador de Cuba en Colombia, Javier Caamaño; el rector de este plantel docente que cuenta con cinco sedes, Fabián Rodríguez; representantes de la Fundación Save The Children, docentes y alumnos, tuvo lugar la fiesta en el centro B del barrio Colinas.
También la coral infantil del vecino colegio Enrique Olaya Herrera, bajo la dirección del artista formador principal de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, Mario Lo Ruso, ofreció un concierto de gran belleza y calidad.
En declaraciones a Prensa Latina, el rector del plantel recordó que hace dos décadas como resultado de un proceso de reorganización en el Distrito Capital, se dio paso a la integración de cinco centros para conformar una sola institución educativa, con una sola administración y un solo rector.
Más adelante el colegio consideró que se debía buscar un nuevo nombre y convocó a un concurso con toda la comunidad educativa y mediante acta en 2004 se asumió el de José Martí, considerado el más universal de los cubanos.
Quedó conformado por cinco sedes: A, Luis López de Mesa; B, Nazaret; C, Granjas de San Pablo; D, La Resurrección y E, Río de Janeiro.
«Fue muy importante este proceso de unificación porque nos dimos cuenta que podía tener un gran impacto en la localidad, al ser una la de mayores dificultades que tiene nuestra ciudad», señaló.
Explicó que en esta zona, en el sur de Bogotá, hay personas desplazadas, en extremas condiciones de pobreza y personas que no han podido satisfacer sus necesidades básicas.
En ese escenario, «la escuela se ha convertido en un espacio donde nos podemos encontrar, nos podemos apoyar y ayudar a crecer a nuestros niños y las familias», recalcó Rodríguez.
Aseguró que no fue un proceso fácil, pero a lo largo de estos 20 años el Colegio se ha podido consolidar con sus cinco sedes y en este momento todas se reconocen como una institución grande e importante y sobre todo porque llevan un estandarte muy valioso: el nombre de José Martí.
Por su parte el embajador Caamaño manifestó su agradecimiento por la invitación de los directivos a esta festividad y aseguró que es un orgullo para todos los cubanos que exista en Colombia un colegio con el nombre del Héroe Nacional José Martí.
Resaltó la participación en esta jornada festiva de unos 300 estudiantes quienes disfrutaron las propuestas artísticas, la mayoría cubanas, organizadas e interpretadas por los propios niños y maestros.
Al mismo tiempo destacó la existencia en esta sede de mucha información acerca de la vida y obra de José Martí quien fue un diplomático, poeta, abogado, escritor, pero sobre todo un revolucionario que entregó su vida por la independencia de Cuba, y dejó una obra literaria y política de trascendencia mundial.
Explicó que la embajada impulsará mayor intercambio y apoyo a la institución docente y en tal sentido, en agosto venidero funcionarios de la legación sostendrán un encuentro con estudiantes y profesores para hablarles acerca de los niños de Cuba y de las diversas áreas de la vida del país antillano.
El colegio tiene su escudo y bandera propios, con la imagen de José Martí, y un himno que resalta la vida del Apóstol, el cual refiere en una de sus partes:
«¡Oh! Martianos marchemos altivos / Hacia un horizonte feliz / Con trabajo y estudio en las aulas / Forjaremos un gran porvenir. // A Martí orgullosos debemos / El legado que al mundo dejó! / Y hoy sembramos semillas pensantes / Que a la patria brindan lo mejor.
“¡Oh! Martianos cantemos erguidos / Como el héroe valiente enseñó / Y a la isla debemos su gloria / ¡Salve! ¡Al líder que Cuba nos dio!
oda/otf