De acuerdo con Yonhap, luego de coincidir con la patronal en casi todos los temas polémicos, los manifestantes terminaron la protesta que por 51 días mantuvo paralizado el astillero Okpo de Daewoo Shipbuilding & Marine Engineering Co. (DSME), una de las más importantes constructoras navieras de surcorea y el mundo.
En reclamo de un aumento salarial del 30 por ciento y mejores condiciones de trabajo y empleo, los huelguistas ocuparon un petrolero en construcción en el muelle principal del astillero, recordó el medio noticioso.
Como solución momentánea, los empleadores accedieron a subir el salario en casi un cinco por ciento, pagar asignaciones especiales y dar un empleo parcial a los trabajadores de empresas subcontratas por la compañía que cerraron sus negocios, según funcionarios que participaron en las conversaciones.
Las partes acordaron mantener las negociaciones pues no hubo consenso sobre el retiro de una demanda contra los huelguistas por daños y perjuicios ni en cuanto a un convenio para la exención de responsabilidad penal que favorezca a los manifestantes, destacaron las fuentes a Yonhap.
Sectores civiles de la sociedad surcoreana celebraron la solución pacífica del conflicto, luego de las amenazas del presidente Yoon Suk-yeol con el uso de la fuerza para detener la huelga y el posterior anuncio de la policía sobre una gran movilización de efectivos si no fructificaban las conversaciones.
No obstante, la gerencia de DSME aseguró que reclamará responsabilidades a quienes participaron en la huelga por las pérdidas de más de 608 millones de dólares que sufrió la compañía debido a la paralización de operaciones.
En respuesta, los trabajadores calificaron la medida de represalia contra los trabajadores que carecen de suficientes recursos financieros.
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